Crónica de la cuarta y media maratón de picaña-paiporta

 Esta carrera es la última media maratón de la provincia de Valencia, solo quedan ahora múltiples San Silvestres, que se han popularizado, y sirven de desahogo divertido para acabar el año con una sonrisa.

Una carrera  clásica, que tiene como aliciente que puedes elegir o bien la carrera de 10.000 metros o bien la media maratón.

No debia correr, un catarro a última hora, me ha estropeado la carrera, pero las ganas de correr han podido más, y he salido  de buena mañana, vestido con un montón de capas de ropa, pantalones largos, gorro, braga y guantes, más  parece que iba a correr a la nieve, porque nada más empezar, me he dado cuenta que me sobraba todo, aunque el tiempo estaba nublado y una fina lluvia caía, la ausencia de viento, y la buena temperatura desaconsejaba tal inaudito error de ir tan tapadito.

A mi todo me sirve, mis continuos errores me hacen aprender más deprisa,  además no cometeré el error de correr con catarro, me faltaba fuerza y era incómodo estar con el pañuelo todo el rato. La carrera salía este año de Picaña, después de un recorrido por el pueblo te diriges hacia Paiporta, son pueblos tan cercanos que si siguen creciendo tendrán que fusionarse, recorrido por Paiporta y vuelta a Picaña, el circuito consta de dos vueltas.
La organización bastante bien, pero esta carrera para mi estaba gafada desde un principio y ni siquiera aparezco en la clasificación, he llegado de los últimos, pero llegé, lo que pasa es que el distintivo que nos habian dado, lo llevaba  en un portadorsales que estrenaba y los encargados  de apuntar en la llegada no se han dado cuenta y NO me han apuntado, el año que viene tendré más cuidado, eso  no me pasará en mi  maratón.
Otro ladrillo de entrada me ha salido, a pesar de que estoy oyendo una de las músicas que más me gustan  album Wrap (de David Coverdale).